Sebastián Galleano, Professional Oral Health Director de Oral-B en P&G México
La redacción

Sebastián Galleano, Professional Oral Health Director de Oral-B México en P&G, nos cuenta por qué es tan importante y a la vez tan difícil lograr que muchos más mexicanos usemos cepillos eléctricos. Y sobre todo cómo los profesionales de la salud dental juegan un rol fundamental para que este cambio suceda.
¿Por qué aumentar el consumo de cepillo eléctricos es tan importante para Oral-B?
Porque son el futuro del cepillado, que en muchos países ya es el presente: 20% o 30% de los hogares en países desarrollados tienen un cepillo eléctrico. En México estamos muy en pañales con menos del 1% de los hogares, pero la tendencia global va en esa dirección. A medida que los consumidores (y los odontólogos) tomen conciencia de que un cepillo eléctrico remueve mucho más placa que uno manual, su técnica de cepillado es más sencilla, es seguro y puede ser usado por la mayor parte de la población, entonces la barrera del costo dejará de ser tan grande. Los mexicanos están dispuestos a gastar más en salud, sobre todo sabiendo que la cobertura dental en México es muy baja y luego los tratamientos dentales pueden llegar a ser muchísimo más costosos.

¿Entonces por qué no hay más gente usando cepillos eléctricos?
Por un tema de educación, y no necesariamente de presupuesto. Si todavía la gran mayoría de los dentistas no le ve un valor agregado para la higiene bucal el recomendar a sus pacientes que migren del manual al eléctrico, o si siguen teniendo prejuicios de que este tipo de cepillos solo sirve para personas mayores o con problemas de motricidad, entonces es mucho más difícil que un consumidor se convenza solo por ver un anuncio digital o encontrarse con el producto en la tienda.
¿Qué les diría entonces a los dentistas para convencerlos?
Que la evolución del cepillado de manual a eléctrico no es solo una estrategia comercial. Hay muchísima literatura clínica incluidas revisiones sistemáticas de Cochrane que concluyen claramente la superioridad en remoción de placa de un cepillo eléctrico vs. un cepillo manual. No solo eso: la mayoría de los cepillos eléctricos del mercado ayudan al paciente durante su cepillado. Por ejemplo hablando de Oral-B, el Vitality cuenta un temporizador que avisa cuando se cumplen los 2 minutos recomendados, el Pro2000 trae un sensor de presión que se ilumina cuando se está ejerciendo demasiada fuerza y se detienen las pulsaciones para ayudar a proteger las encías, o el Genius 8000 se conecta a una app vía bluetooth para un monitoreo del cepillado en tiempo real. El promedio de la gente se cepilla por 45 segundos, con fuerza excesiva y con una técnica de lado a lado. Y como en promedio en México se va con muy poca frecuencia a revisión y limpieza dental, hasta que un dentista puede recomendar hacer cambios drásticos en la rutina de cepillado pueden pasar años de malos hábitos. Y convengamos que a muchos nos ha pasado que a la semana de haber visitado al dentista, la técnica correcta se nos olvida o no la hacemos igual en la noche que en la mañana.
Los mexicanos están dispuestos a gastar más en salud, sobre todo sabiendo que la cobertura dental en México es muy baja y luego los tratamientos dentales pueden llegar a ser más costosos.
Sebastián Galleano

¿Y hay algún próximo lanzamiento de Oral-B en cepillos eléctricos?
En Oral-B contamos con un portafolio global muy robusto en el segmento de eléctricos, y a medida que el mercado mexicano siga creciendo podremos ofrecer más y más propuestas. En particular estamos lanzando en marzo una extensión de la línea infantil para complementar los cepillos de baterías de Cars y Princesas para niños mayores a 3 años. Ahora estamos trayendo innovación para niños en la línea Vitality, que es el punto de entrada a la familia de los recargables, con movimientos de oscilación y rotación, además de temporizador. Y lo mejor son los personajes: tendremos la versión de Spiderman y la de Princesas, con sus respectivos repuestos de cerdas suaves.