El DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) en su quinta versión incluye a la pica dentro de los trastornos de la conducta alimentaria, como “Un trastorno que consiste en ingerir sustancias no nutritivas” como, tierra, tiza (gis), yeso, hielo y otros.
El nombre “pica” se adoptó en la antigüedad por el hábito que tienen las urracas (Pica pica en latín) para consumir sustancias incomestibles, por lo que se asoció a las personas que comían cosas extrañas, principalmente tierra (geofagia), piedras (litofagia), excrementos (coprofagia), orina (urofagia), papel (foliofagia), uñas (onicofagia), flores (luludofagia), madera (xilofagia), sangre (hematofagia) o hielo (pagofagia).
Conforme al DSM-5, se puede diagnosticar Pica, cuando:
- Se presenta la ingestión persistente de sustancias no nutritivas durante un período de al menos 1 mes.
- La ingestión de sustancias no nutritivas es inadecuada para el nivel de desarrollo.
- La conducta ingestiva no forma parte de prácticas sancionadas culturalmente.
- Si la conducta ingestiva aparece exclusivamente en el transcurso de otro trastorno mental (p. Ej., retraso mental, trastorno generalizado del desarrollo, esquizofrenia) es de suficiente gravedad como para merecer atención clínica independiente.
Este hábito puede provocar enfermedades gastrointestinales desde leves hasta graves por la ingesta de virus, bacterias y hongos, elementos tóxicos e incluso obstrucción intestinal y la muerte por acumulación de elementos no digeribles por el organismo.
Aunque no existen estudios epidemiológicos sólidos, se sabe que es más frecuente durante la infancia, su incidencia es mayor en niños con problemas mentales, a veces se relaciona con deficiencias nutricionales (especialmente hierro y calcio), además suele presentarse con frecuencia durante los primeros meses del embarazo, en cuyo caso desaparece con el nacimiento, pudendo dejar secuelas en el producto.
Es interesante observar que no es un comportamiento exclusivo de los seres humanos, ya que perros, gatos, ovejas, caballos, elefantes y otros animales ingieren sustancias como tierra, huesos, madera y hierba, que les puede servir para suplir carencias de minerales, para calmar problemas digestivos y como desintoxicantes.
Ha sido ampliamente estudiado sin que se tenga certeza en su patogénesis, por lo que se interpreta como un trastorno multifactorial de conducta, alimentario, enfermedad mental y pobreza, principalmente.
Estudios de epidemiología clínica relacionan la pica con falta de hierro, calcio y zinc, además se ha observado que hasta el 45 % de los discapacitados intelectuales con pica tienen bajo algún marcador sanguíneo de la anemia o del hierro (ferritina, hemoglobina, etc.).
Los odontólogos pueden sospechar la presencia de este hábito durante el interrogatorio clínico, por las lesiones atípicas en labios, boca y dientes e incluso al encontrar restos de objetos masticados, como gis, yeso, tierra, cabellos, madera y otros.
En estos casos debe canaliza al paciente con el médico y psicólogo para su atención integral y realizar acciones de prevención primaria como apoyo para evitar este hábito, como el perfeccionamiento de la higiene bucal, remineralización de las lesiones incipientes y rehabilitación de los dientes frecuentemente desgastados y/o fracturados por efecto de objetos duros como el hielo, la madera o las piedras que pudieran estarse masticando.