Un fenotipo grave de la clase II de Angle, división 2, con maloclusión y sobremordida extremadamente profunda, ha sido llamado encubrimiento de la mordida o deckbiss en descripciones alemanas.¹
Los pacientes presentan el tercio inferior de la cara disminuido, con tendencia a poseer un perfil cóncavo. Su musculatura está muy bien desarrollada y el plano oclusal está alterado, con una curva de Spee muy pronunciada, dificultando el proceso de masticación por las limitaciones en los movimientos de lateralidad, por lo cual solo se realizan movimientos de apertura y cierre.² La corrección de la mordida profunda es una de las maloclusiones más comunes y difíciles de tratar; la cantidad puede variar excesivamente y manifestarse tempranamente. Stang la definió como la sobreerupción de los incisivos superiores sobre los inferiores en el plano vertical.³ También se cree que la corrección de la mordida profunda, ya sea de los segmentos anteriores o posteriores, depende de las mecánicas utilizadas, intrusión de los dientes anteriores o extrusión de los dientes posteriores.⁴,⁵ Existen varios factores relacionados en el desarrollo de la mordida profunda: la supraoclusión de los incisivos, overjet aumentado, el ancho mesiodistal de los dientes anteriores, la angulación de los incisivos, la posición de los caninos, la infraoclusión de los molares y premolares inferiores y la altura de las cúspides de los molares.⁶
En el caso de la mordida profunda, el tratamiento ortodóncico tiene como objetivo establecer un adecuado resalte vertical de los incisivos, lo cual puede lograrse mediante la intrusión de incisivos superiores o inferiores, la nivelación del plano oclusal funcional, la extrusión de dientes posteriores y la vestibularización de los dientes anteriores.⁷
Reporte de un caso
Se presenta una paciente de 13 años cuyo motivo de consulta fue “dientes chuecos”. Es clase II esquelética, normodivergente, clase II dental división II, clase II molar bilateral, clase II canina bilateral; presenta mordida profunda severa, tiene microdoncia en los incisivos laterales superiores, un diastema entre incisivos centrales superiores y apiñamiento moderado inferior.
Estudios de inicio
En los estudios iniciales de la fotografía extraoral de sonrisa se observa simetría facial y la línea facial coincidente con la línea media superior. En la fotografía de perfil éste es recto. (Figuras 1 y 2)


Al análisis intraoral, en la evaluación de la fotografía de frente muestra la línea media dental inferior desviada 0.5 mm a la izquierda, y en las intraorales derecha e izquierda, la clase II molar y canina bilateral. (Figuras 3-5)



En la radiografía lateral de cráneo se ve la clase II esquelética de la paciente y la normodivergencia que presenta. (Figura 6)

En la radiografía panorámica se observan 32 dientes permanentes presentes, con los terceros molares superiores e inferiores en formación. (Figura 7)

Estudios de progreso
El tratamiento realizado consistió en la corrección de la mordida profunda, del overjet y del overbite; asimismo, se hizo la ameloplastia de los incisivos laterales superiores derecho e izquierdo. La alineación, nivelación, cierre de diastema anterosuperior y detallado se realizó con brackets prescripción Roth 0.022×0.028, tubos bondeables en 6’s inferiores y superiores y 7’s inferiores y superiores. La retención se efectuó con un termoplástico tipo Essix superior e inferior.
Se tomaron los estudios de progreso, después de 12 meses de haber iniciado el tratamiento. En la fotografía intraoral de frente se observa la alineación, la nivelación y la corrección de la sobremordida profunda. (Figura 8)

Estudios finales
El caso fue terminado al cabo de 1 año y 8 meses de tratamiento, teniendo como resultado una paciente con una sonrisa agradable y armónica. (Figuras 9 y 10)


En los estudios finales, en las fotografías intraorales muestra las líneas medias coincidentes, un adecuado overjet y overbite y la obtención de clase I molar y canina bilateral. (Figuras 11-13)



Resultados
La paciente termina con clase I canina y molar bilateral, overjet y overbite adecuados. Para la retención se le indicaron retenedores termoformados tipo Essix superior e inferior. (Figuras 14 y 15)

Discusión
La corrección o camuflaje ortodóncico de la mordida profunda se puede lograr con biomecánicas para extrusión de dientes posteriores, intrusión de dientes anteriores y la combinación de ambas. La elección de la mecánica depende de las características faciales, oclusales y funcionales particulares del paciente. En el caso presentado la paciente fue colaborativa, obteniendo buenos resultados al final del tratamiento.
Wheeler señala que es importante determinar desde el principio cual será el plan de retención que se implementará, pues la recidiva es bastante frecuente debido a la acción de la musculatura oral que se presenta.⁵ Por otra parte, autores como Báscones, Graber y Quirós mencionan que esta influencia funcional y la consecuente desviación del patrón eruptivo dental provocará el resto de las anomalías oclusales, como la retroclinación, la sobremordida, la mesialización de los segmentos bucales y el apiñamiento.⁸-¹⁰
El método usado para tratar la mordida profunda deberá determinarse mediante un plan de tratamiento correcto, prestando consideración al plano oclusal, competencia labial, dimensión vertical esquelética, convexidad esquelética y estabilidad del resultado final.¹¹
Conclusión
El tratamiento ortodoncico tendrá un resultado exitoso siempre y cuando en el diagnóstico y tratamiento de la mordida profunda se evalúen los patrones musculares del paciente y, sobre todo, se observe a éste en estado de reposo; de esta manera se determinará si es necesario el aumento del tercio inferior a través de la extrusión de los posteriores, de los anteriores o una combinación de ambos.
Cabe destacar que la fase de retención con esta base de mordida profunda tiene una gran importancia postratamiento, principalmente por las fuerzas musculares; es decir, la retención debe ser prolongada por un periodo largo para darle mayor estabilidad, reeducando al sistema muscular por medio de ejercicios miofuncionales, disminuyendo la hipertonía muscular a nivel del orbicular de los labios y mentoniano. La prevalencia de esta maloclusión es relativamente baja en comparación con otras maloclusiones.
Referencias
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- Rodríguez E, Casasa R, Natera A. 1001 Tips en ortodoncia y sus secretos. México: Amolca. 2007, pp. 130-6.
- Parker CD, Nanda RS, Currier GF. Skeletal and dental changes associated with the treatment of deep bite malocclusion. Am J Orthod Dentofacial Orthop. 1995 Apr;107(4):382-93.
- Vaughan J. Orthodontic correction of an adult Angle Class II Division 2 deep bit. Am J Orthod Dentofacial Orthop. 1999;116:75-81.
- Wheeler T, Mcgorray S. Effectiveness of early treatment of Class II malocclusion. Am J Orthod Dentofacial Orthop. 2002;121:9-17.
- Delivanis HP, Kuftinec MM. Variation in morphology of the maxillary central incisors found in class II, division 2 malocclusions. Am J Orthod. 1980 Oct;78(4):438-43.
- Cruz MB, Muñoz C. Tratamiento ortodóncico de mordidas profundas. Revista Facultad de Odontología, Universidad de Antioquia. 2011;23(1):158-73. Disponible en: www.scielo.org.co/scielo.php?pid=S01216X2011000200010&script=sci_arttext [consulta: 8 de septiembre de 2016].
- Báscones A, Canut JA, Suárez QD. Tratado de odontología. Tomo II. Sección de ortodoncia. Maloclusiones verticales. Madrid: Editorial Avances. 2000, pp. 2051-8.
- Graber TM. Ortodoncia. Teoría y práctica. Ciudad de México: Editorial Interamericana. 1974, pp. 226, 227, 729.
- Quirós AOJ. Ortodoncia nueva generación. Caracas: Editorial Amolca. 2003, pp. 30-1.
- Estebes S, Raffo JF Chávez, Enriquez C. Mordida Brodie, Revista Herediana. 1999. Disponible en: https://www.ortodoncia.ws/publicaciones/2005/art16.asp.